Tablilla babilónica revela que el arca de Noé, era un tipo de ‘Nave Espacial Flotante’

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Una tablilla babilónica de casi 4,000 años de antigüedad, revela la construcción de un arca como la de Noé pero de forma redondeada.

A mil años antes de que se escribiera la Biblia, apareció una pieza de arcilla del tamaño de un smartphone, y con 60 líneas de texto cuneiforme propio de la antigua mesopotamia, el cual databa desde el año 1.750 antes de Cristo. Esta reliquia expone la leyenda de ‘Atrahasis’, un héroe de Babilonia que construyó una enorme arca con forma circular para salvarse de una gran inundación, tal y cual al personaje bíblico Noé, cuando aconteció el diluvio universal.

Como es bien sabido, en el Génesis del antiguo testamento, así como la Torah, y otros textos sagrados, se narra la construcción de una gran embarcación realizada por Noé a petición del Dios de Israel, para la salvación de todos aquellos que creyeran en las advertencias del gran diluvio. Sin embargo, el relato menciona que solo Noé, su familia y distintas especies de animales fueron salvados y preservados del diluvio universal, para luego repoblar la Tierra con su descendencia.

La reliquia en cuestión, el cual es una pieza babilónica que se exhibe en el Museo Británico de Londres desde 1985; ha sido estudiada muy detalladamente por el curador y experto en escritura cuneiforme Irving Finkel, quien también es autor del libro El arca antes de Noé. Finkel afirma que la historia narrada en la tablilla sobre una desastrosa inundación en un pasado remoto, tuvo lugar miles de años antes de escribirse en otros textos como la biblia. Por lo tanto, esta historia antigua pudo ser la “inspiraron” al pasaje bíblico del arca de Noé.

De hecho algunos de sus fragmentos se traducen de la siguiente manera: ¡Casco, casco de caña! Atrahasis, presta atención a mi consejo. Así podrás vivir para siempre. Destruye tu casa y construye una nave. Rechaza las propiedades y salva la vida. Pon en marcha un arca que harás de planta circular, con un ancho y largo iguales. Atrahasis es el héroe babilónico al que habla su dios, y sus instrucciones para la fabricación de una nave. Inclusive en la tablilla figuran indicaciones concretas de cómo se tenía que construir.

La tablilla es de barro, con escritura cuneiforme y del tamaño de un móvil
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De acuerdo a los fragmentos; para fabricar la nave se tuvieron que usar cañas y fibras de palma y cuerdas, para colocar 3.600 puntales y distribuir las celdas en el interior donde se guardarían a los animales salvajes por parejas. Para impermeabilizar se aplicaron capas de betún o brea por dentro y por fuera, y se instaló una cubierta junto a un espacio tejado donde viajaría el resto de la familia a bordo. Pero lo más sorprendente de todo esto, era que el arca tenía un aspecto muy distinto al que hemos visto en la mayoría de las ilustraciones del arca de Noé.

Según la tablilla, el arca tenía un diseño circular con un ancho y largo iguales, que lo hacían ver como una ‘gigantesca nave espacial flotante’. Y no era para menos, pues tras deducir las dimensiones de la circunferencia, el experto Irving Finkel calculó que las dimensiones de embarcación debían ser de una superficie de 14.400 codos cuadrados (3.600 m2), por 68 metros de diámetro. El alto era equivalente a unos 6 metros, distribuidos en dos pisos.

Frinkel cree que la estructura de la nave maneja el mismo diseño de las coracles (también llamadas kufas o gufas), un tipo de embarcación circular que desde la antigüedad hasta el siglo XX, ha servido como medio de transporte de personas, animales y mercancías entre los ríos Tigris y el Éufrates. Por otro lado Finkel ha explicado que la superficie del arca descrita en la Biblia es bastante similar con lo que se expone en la tablilla, lo que revela inequívocamente una reelaboración de la idea babilónica original para, sobre la misma base, construir un barco más potente y de aspecto de barcaza de transporte fluvial.

Las coracles eran una especie de medio de transporte fluvial que recorrían el Tigris y el Éufrates. Su forma pudo inspirar el diseño del arca circular.
Representación gráfica del arca con superficie y forma redonda

UN POCO SOBRE EL ORIGEN E HISTORIA DE LA TABLILLA

La pieza de barro babilónica llegó en 1985 al Museo Británico de Londres, y perteneció a un coleccionista privado llamado Douglas Simmonds. El tipo también era propietario de una colección de objetos diversos y antigüedades heredados de su padre, Leonard Simmonds. Leonard, a su vez, había sido miembro de la Royal Air Force (RAF) y durante la Segunda Guerra Mundial aprovechó su estancia en Oriente para adquirir algunas piezas arqueológicas, entre ellas esta tablilla. Posteriormente su hijo Douglas decidió entregar la pieza al ya mencionado Irving Finkel, ya que estaba interesado en recibir información sobre la reliquia.

Pero no fue hasta 2011 que Finkel tuvo oportunidad de estudiarla, y tras dos años descifrar la tablilla se llevaría la sorpresa de su vida al grado de valorar esta reliquia como uno de los documentos humanos más importantes jamás descubiertos hasta la fecha. Durante su análisis concluyó que las tradiciones orales de la región mesopotámica, y los registros cuneiformes de las antiguas tablillas de barro pudieron servir de fuente a los escribas del pueblo judío, especialmente durante su cautiverio en Babilonia en el siglo VI a. C., justo en las fechas en las que se supone se escribió el Génesis.

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